05 noviembre, 2014

FELICIDADES A TODAS LAS 'ANAS' EN EL DÍA DE MARÍA RAFOLS




Todos mis hermanos, y yo incluido, estudiamos en el colegio de las 'Anas' de Tarazona. Hoy es su día, y desde mi atalaya un recuerdo cariñoso y agradecido a todas ellas (muchas amigas) y a su gran labor por el evangelio con los más pobres.

Añado unas palabras que he encontrado sobre santa Ana y San Joaquín, patronos y protectores de la congregación. Una palabra en tres pasos:

- Palabra viva
- Palabra tajante

- Palabra esperanzadora

PALABRA VIVA

          Estamos recordando la figura de santa Ana. La recordamos por ser la madre de la Virgen María.
De Santa Ana no tenemos documentos que nos hablan de ella, pero sí dos testimonios labrados en piedra: una iglesia en Jerusalén y otra en Séforis. La de Jerusalén nos recuerda que María desde jovencita estuvo consagrada a Dios, viviendo cerca del Templo. La segunda nos recuerda sus orígenes en Galilea. De una u otra forma podemos imaginarnos a la joven María siendo educada por sus padres.
          - La fe cristiana tiene como punto de partida personajes históricos,
que han vivido y que han sido modelo de vida. Como nos ha dicho la primera lectura Israel recordaba y celebraba a sus hombres de bien, que para ellos se reflejaba en ser fieles a la alianza.
- La fe cristiana es histórica, celebra un recuerdo, pero sobre todo es para nosotros. Así lo dice la bienaventuranza del evangelio: ‘dichosos vosotros’. No nos serviría de nada si celebráramos un pasado glorioso y estuviéramos muertos, sin vida.

PALABRA TAJANTE

          En el día de santa Ana la primera lectura hace un elogio de los grandes personajes de Israel. Y nosotros  podríamos hacer también el elogio de la gente buena de nuestro pueblo: nuestros mayores, nuestros padres. Decir de ellos que nos enseñaron a trabajar, a rezar, a querernos, as ser solidarios, a ser gente de bien.
          Pero la pregunta no es quiénes fueron o en qué destacaron, sino si su ejemplo me provoca a que yo sea honesto. La palabra de Dios cuando la escucho con un corazón grande, sin prejuicios, provoca. mi vida.
         
PALABRA ESPERANZADORA

          ¿Dichosos por qué? Porque hemos conocido a Jesús. El texto del evangelio nos recuerda la centralidad de Jesucristo. Muchos profetas y muchos justos vivieron con la esperanza de que Dios iba a enviar a su Mesías. San Joaquín y santa Ana fueron sin duda de estos hombres justos. Pero siendo rectos en su obrar, no conocieron a Jesús.
          Nosotros tenemos esta suerte y esta responsabilidad. Suerte porque la fe cristiana ilumina nuestra vida y la llena de sentido; responsabilidad porque es como una planta tierna que se debe cuidar para que florezca.
          No sabemos si santa Ana tuvo la dicha de conocer a su nieto Jesús; nosotros sí, y lo debemos vivir con un profundo gozo.   

«NO PODÉIS SERVIR A DIOS Y AL DINERO (Nota para corruptos de tradición católica)



Lo que estamos viviendo en España en las últimas semanas, la corrupción de algunos políticos, ediles, empresarios, y adyacentes, ya ha traspasado todas las fronteras. Es un escándalo sin nombre y sin calificativos morales. Lo más suave es «sinvergüenzas» o «desalmados»; de ahí, podemos ir calificando hasta llegar a «ladrones de cuello duro». Eso sí, la sentencia le corresponde al juez, que es el que tiene que determinar sin son «presuntos» o si son condenados «en firme», con lo cual la sospecha o la certeza notoria pero no publicable, pasa a ser pública.
Los que somos cristianos, católicos o, al menos de «tradición católica», sabemos que en el evangelio hay una frase contundente, sin remilgos ni florituras que es definitiva: «no podéis servir a Dios y al dinero». Luego vienen las exégesis, las matizaciones, la casuística… ¡No, dice Jesús! Nada de variantes edulcoradas. El dinero (la «mammona» en griego, que suena más ridículo pero más llamativo), quiere que le den culto. Necesita personas que se entreguen de por vida a él. La «mammona/dinero» es una diosa que exige adoración, sacrificios humanos. El que adora a la «mammona/dinero» no se detiene ni ante viudas, ni ante huérfanos ni ante extranjeros (para usar la terna bíblica). La «mammona/dinero» no tiene entrañas de misericordia. ¿Hay que sacrificar a miles de obreros a la diosa «mammona/dinero»? ¡Hágase! ¿Hay que quitar el sueldo a un padre de familia? ¡Hágase!
El Dios de Jesús, sin embargo, es un Dios compasivo, que pone sus ojos en los pobres, en los débiles y sencillos, no para humillarlos aún más en el barro, sino para levantarlos de él. El Dios de Jesús quiere personas erguidas, libres, en pie, no quiere que nadie esté hundido o humillado. Jesús lo dice muy claro, para que le entiendan todos. Luego vienen los matices, que ya no son de Jesús.
La corrupción es universal. Se da en China, en Rusia, en Méjico, en Egipto, en múltiples países. Cada una de ellas con variantes. Nosotros en España tenemos la «variante española». Es algo que ya se sabe. A veces decimos que es «picaresca», y nos ufanamos de ella. No en vano en España ha nacido la «novela picaresca» y se explica en institutos y universidades. No en vano tenemos en el siglo XIV a todo un clérigo, el arcipreste de Hita, que ya hacía versos a la corrupción de todos los sectores sociales, fijándose de forma especial en el clero, al que él pertenecía, seducidos por el ídolo dinero. Luego, el gran Quevedo, lo remachará. Añadimos las dos poesías al final para quien las quiera leer.
La corrupción española tiene además el agravante de que se ha gestado en medio de una tradición que se llama católica. No diría lo mismo si habláramos de China, Egipto o Rusia. No digo que sean «católicos», porque dudo de la profesión de fe de muchos de ellos, pero seguro que todos han escuchado alguna vez (por la edad que tienen, por sus orígenes, por la historia reciente de España) la frase evangélica que condena severamente la idolatría del dinero. La habrán oído… como quien oye llover.
Como dice Quevedo, «poderoso caballero es don dinero». Como dice el arcipreste de Hita, compra voluntades, cambia sentencias, hace docto al inculto… Nada nuevo bajo el sol, diría el Qohelet. Desde este humilde comentario, solo recordar las palabras de Jesús. La adoración, solo para Dios; el dinero es un ídolo que acaba devorando a quien le da culto.

Pedro Ignacio Fraile Yécora
6 de Noviembre de 2014





Lo que puede el dinero (del Libro del buen amor).
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita (1283? - 1350?)

490      "Hace mucho el dinero, mucho se le ha de amar;
al torpe hace discreto, hombre de respetar, 
hace correr al cojo al mudo le hace hablar;
el que no tiene manos bien lo quiere tomar.

491      "También al hombre necio y rudo labrador 
dineros le convierten en hidalgo doctor; 
Cuanto más rico es uno, más grande es su valor, 
quien no tiene dinero no es de sí señor.

492      "Y si tienes dinero tendrás consolación, 
placeres y alegrías y del Papa ración, 
comprarás Paraíso, ganarás la salvación: 
donde hay mucho dinero hay mucha bendición.

494      "Él crea los priores, los obispos, los abades, 
arzobispos, doctores, patriarcas, potestades; 
a los clérigos necios da muchas dignidades, 
de verdad hace mentiras; de mentiras hace verdades. 

495      "Él hace muchos clérigos y muchos ordenados, 
muchos monjes y monjas, religiosos sagrados, 
el dinero les da por bien examinados:
a los pobres les dicen que no son ilustrados. 

503      "Yo he visto a muchos curas en sus predicaciones,
despreciar el dinero, también sus tentaciones,
pero, al fin, por dinero otorgan los perdones,
absuelven los ayunos y ofrecen oraciones. 

504      "Dicen frailes y clérigos que aman a Dios servir,
más si huelen que el rico está para morir,
y oyen que su dinero empieza a retiñir,
por quién ha de cogerlo empiezan a reñir.

Poderoso caballero es don Dinero.

Madre, yo al oro me humillo,
él es mi amante y mi amado,
pues de puro enamorado 5
de continuo anda amarillo;
que pues, doblón o sencillo,
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero
es don Dinero.
10


Nace en las Indias honrado
donde el mundo le acompaña;
viene a morir en España
y es en Génova enterrado;
y pues quien le trae al lado 15
es hermoso aunque sea fiero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Es galán y es como un oro;
tiene quebrado el color, 20
persona de gran valor,
tan cristiano como moro;
pues que da y quita el decoro
y quebranta cualquier fuero,
poderoso caballero 25
es don Dinero.

Son sus padres principales,
y es de noble descendiente,
porque en las venas de oriente
todas las sangres son reales; 30
y pues es quien hace iguales
al duque y al ganadero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Mas ¿a quién no maravilla 35
ver en su gloria sin tasa
que es lo menos de su casa
doña Blanca de Castilla?
Pero pues da al bajo silla,
y al cobarde hace guerrero, 40
poderoso caballero
es don Dinero.

Sus escudos de armas nobles
son siempre tan principales,
que sin sus escudos reales 45
no hay escudos de armas dobles;
y pues a los mismos robles
da codicia su minero,
poderoso caballero
es don Dinero.
50

Por importar en los tratos
y dar tan buenos consejos,
en las casas de los viejos
gatos le guardan de gatos;
y pues él rompe recatos 55
y ablanda al juez más severo,
poderoso caballero
es don Dinero
.

Y es tanta su majestad,
aunque son sus duelos hartos, 60
que con haberle hecho cuartos,
no pierde su autoridad;
pero, pues da calidad
al noble y al pordiosero,
poderoso caballero 65
es don Dinero.

Nunca vi damas ingratas
a su gusto y afición,
que a las caras de un doblón
hacen sus caras baratas; 70
y pues hace las bravatas
desde una bolsa de cuero,
poderoso caballero
es don Dinero
.

Más valen en cualquier tierra 75
mirad si es harto sagaz,
sus escudos en la paz,
que rodelas en la guerra;
y pues al pobre le entierra
y hace propio al forastero, 80
poderoso caballero
es don Dinero

Francisco de Quevedo (1580-1645)