21 mayo, 2014

CON JESUS Y CON PEDRO, EN LA IGLESIA.

Va a comenzar el papa Francisco su viaje a Tierra Santa.
Pero el 'Francisco-Pedro' no va a volver a Galilea, ni a Cesarea de Filipo.
Va a ir a Jerusalén y Belén.

Humildemente traigo a mi blog un evangelio, el de la 'bienaventuranza' de Jesús a Pedro cuando éste le confiesa como el 'Cristo de Dios'.

Luego, por si os sirve, un comentario al evangelio de Mateo y un pequeño guión para trabajar. Por último, un poema y unas imágenes del Mar de Galilea con tormenta. Entonces las olas amenazaban la barca, y también hoy las olas amenazan la barca. Pero Jesús está en la barca y dice a Pedro: 'no tengas miedo'.

Evangelio de Mateo

En aquel tiempo llegó Jesús a la región de Cesarea de Felipe 
y preguntaba a sus discípulos: ¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?

Ellos contestaron: Unos que Juan Bautista, otros que Elías, 
otros que Jeremías o uno de los profetas. 

El les preguntó: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?
Simón Pedro tomó la palabra y dijo: 
                             'Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo'

Jesús le respondió: ¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, 
porque eso no te lo ha revelado nadie de carne y hueso, 
sino mi Padre que está en el cielo. 

Ahora te digo yo: 

Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, 
y el poder del infierno no la derrotará. 

Te daré las llaves del Reino de los Cielos; 
lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, 
y lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo. 

Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.

(MATEO 16, 13‑20)

1. Comentario

La conocida como ‘confesión de Cesarea de Filipo’ marca un antes y un después en el ministerio de Jesús. Se sitúa estratégicamente en el «centro» literario y teológico del evangelio, mostrando según la forma de composición hebrea, la importancia de la escena. 
Los discípulos que le siguen son invitados a que digan en voz alta quién es Jesús para ellos. En definitiva se trata de una confesión personal, no de una concepción religiosa adquirida (Elías), o de repetición de memoria de lo que otros dicen (Juan bautista, uno de los profetas), o de una definición aprendida que no toca lo más íntimo de las personas.  

Mateo añade tres versículos fundamentales (vv. 17-19): 
- una bienaventuranza o macarismo dirigido a Simón bar Jonás; 
- el cambio de nombre de Simón por Pedro; 
- y la misión que se le encomienda: «te daré, lo que decidas….». 

La bienaventuranza (dichoso tú...) supone que la honra de Simón no está en los méritos adquiridos, sino en que el Padre mismo ha tenido a bien revelarle quién es Jesús. 
Con el cambio de nombre (inicio de algo nuevo) va unido su significado (Pedro-piedra-fundamento). 
Con el símbolo de las llaves (autoridad), Jesús mismo le confiere a Pedro el encargo de iniciar el camino de la Iglesia. Una misión que consiste en arrancar a los hombres del imperio de la muerte (el poder del infierno no podrá con su misión). Una Iglesia concebida como Nuevo Pueblo de Dios y una autoridad que incluye el interpretar la Ley (atar y desatar) para adaptarla a las nuevas situaciones. Iglesia abierta, en camino, desde los judeocristianos (Jerusalén) al orbe conocido (Roma-Mediterráneo).  

2. Para trabajar en grupo

Ambientación. Hagamos un repaso rápido de los lugares donde nos movemos: familia, trabajo, asociaciones, parroquia. Seguro que hay un orden que todos aceptamos, si bien de forma crítica y corresponsable. No aceptamos ni el autoritarismo ni tampoco la anarquía. Sabemos por experiencia que los grupos necesitan mantener el espíritu inicial que les ha unido; pero  a la vez necesitan una autoridad y una organización.
Nos preguntamos. ¿En nombre de quién nos reunimos los que nos llamamos cristianos? ¿Es necesario que compartamos solo unos valores éticos comunes o que hagamos una profesión de fe en Jesús? ¿Dónde radica nuestra felicidad, en tener objetivos comunes o en compartir juntos, aun con dificultades, una misma fe? ¿Necesitamos compartir la fe en una comunidad o somos cristianos por libre?
Proclamamos la Palabra: San Mateo 16, 13‑20
Nos dejamos iluminar. Jesús reúne a sus discípulos y les hace dos preguntas necesarias: «quién es» según la opinión de la gente, y «quién es» según la experiencia que tienen de compartir la vida con él. Jesús declara que Simón es «bienaventurado» no por sus virtudes personales, sino por haber proclamado la confesión de fe, revelada por el Padre. Simón pasa a ser «piedra/fundamento» y autoridad en la comunidad de Jesús.  

Seguimos a Jesucristo hoy. Mateo es el evangelista de la comunidad. Tiene mucho interés en presentar a la Iglesia como «nuevo pueblo de Dios», convocado por Jesús. Jesús pone como «piedra» a un pescador (Simón), que ha escuchado la voz del Padre y le ha confesado como Mesías/Cristo. Simón/Pedro tiene la autoridad de servir a la comunidad en la fe y en el descubrimiento de Jesús.

3. Oración e imagen

«CON JESÚS EN LA BARCA DE PEDRO»

Jesús dormitaba, parte por el cansancio,
parte por el sueño, en la barca de Pedro.
El mar hinchó sus olas, el aire si hizo viento.
La barca parecía una cáscara,
y el miedo abrazó sus cuerpos.

«¿No te importa que nos hundamos?»
«¿No es tu barca, Jesús, la de Pedro?»
«¿No somos tu gente, tu Iglesia, tu pueblo?»

Iglesia sin Jesús, fracasada;
Iglesia, sin Pedro, desautorizada;
Iglesia sin los pobres, traicionada;
Iglesia sin Dios, frustrada.

Repítenos, Señor, de nuevo,
la pregunta que le hiciste a Simón.
Haznos «felices» por confesarte,
Haznos «dichosos» como a Pedro.

Déjanos navegar contigo en tu barca,
Cansados, heridos o entumecidos,
Pero siempre  discípulos nuevos.

Pedro Fraile



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