12 octubre, 2013

EL SANTO SEPULCRO, CLAUSURADO POR LA POLICÍA

EL SANTO SEPULCRO, CLAUSURADO POR LA POLICÍA

Podría ser un buen titular para una noticia. ¿Por qué? Quizá porque corre peligro de derrumbe. Quizá porque hay demasiada gente que quiere acercase a él y hay que intervenir antes de que se produzca una desgracia. Quizá porque el encargado de poner orden, de turno, se ha propasado en sus funciones. Sea como sea, ¡qué noticia! Saltaría a la prensa, sin duda.

El que esto escribe, sólo quiere hacerse eco del Santo Sepulcro en su día a día. Acabo de llegar; he estado con dos grupos muy distintos. Uno de Plasencia, otro de San Sebastián. En ambos casos fuimos al Santo Sepulcro. Suelo comentar que estamos asistiendo, impávidos, a un 'movimiento' extraño por parte de los católicos. Parecería que a muchos peregrinos, hijos de la Iglesia o al menos bautizados en ella, les importara más el Muro de las Lamentaciones que el Santo Sepulcro. Lo compruebo tristemente en cada peregrinación. En cada grupo repito: el centro de la fe cristiana es Cristo vivo. Venimos como peregrinos a los Santos Lugares de la muerte y resurrección de Jesús. Hay personas que no terminan de entender el alcance de este acontecimiento y siguen soñando con meter sus papelitos entre las piedras de un muro que se remonta al Templo de Jerusalén destruido por el general Tito el año 70 de nuestra era.

Suelo comentar también que el Santo Sepulcro se está convirtiendo en un 'Mercado persa' donde mucha gente no sabe bien adónde va. La última adquisición son los 'cruceros'. Llegan, ven, miran y se van. Raudos, veloces, a velocidad de crucero (nunca mejor traída la imagen). Son turistas-consumidores de lo religioso, como si la fe cristiana fuera un producto más: pagar-consumir- gastar.

Es verdad que muchas personas saben a qué van y por qué van. Jesús sigue siendo un interrogante abierto en el corazón de muchos hombres y mujeres del siglo XXI. ¿Qué supone para mí que Jesús esté vivo? ¿Qué quiere decir que la muerte de Jesús no ha sido en vano? ¿Se puede confesar hoy la resurrección de Jesús sin renunciar a ser una persona que viva en este mundo?

No. La policía no ha cerrado el Sepulcro. Tampoco los 'cruceristas' que arrasan por donde van. Tampoco los consumidores de ciudades. Tampoco los cazadores de religiones. El Santo Sepulcro sigue siendo referencia para hombres y mujeres que seguimos diciendo: ¿por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí. ¡Ha resucitado!

Pedro Ignacio Fraile
11 de Octubre de 2013