S in el Espíritu Santo, Dios queda muy lejano:
Cristo es una figura del pasado,
y el Evangelio no es más que una organización.
la autoridad es cuestión de propaganda,
y el amor cristiano una moral de esclavos.
Pero, con el Espíritu Santo el mundo resucita
y crece con los dolores de parto del Reino.
Cristo resucitado está realmente aquí,
y el Evangelio tiene poder de dar vida.
La Iglesia manifiesta la vida de la Trinidad,
la autoridad es una sabiduría liberadora,
la misión es un Pentecostés,
la liturgia es a la vez memoria y anticipación
las obras de los hombres son divinas.
Metropolita
IGNACIO DE LATAKAIA,
en la Asamblea del Consejo Mundial
de las Iglesias. Uppsala. 1968
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