Pasado
mañana es la Solemnidad del apóstol Santiago, que a la sazón es Patrono de
España. Releemos el texto del evangelio del día de la fiesta, con la madre que
quiere un ‘ministerio’ en el gobierno del futuro reino (eso creía ella). Jesús
le responde con cariño, sin humillarla, pero poniendo las cosas en su sitio. He
pensado mucho si escribir o no algo en mi blog. Temas no faltan.
- En tiempos duros para la imagen de la Iglesia, en que cada poco tiempo, como si de un programa intencionado se tratara, los Medios de Comunicación van haciendo una labor de zapa a los fundamentos de la honestidad y credibilidad de la Iglesia: abusos de menores, blanqueo de dineros, lobbys todopoderosos… Sin duda hay mucho de verdad, pero ¿es eso la Iglesia de Jesús? Recuerdo las palabras de Jesús a los hijos del Zebedeo: ‘no sea así entre vosotros’…
- En tiempos de ‘debilidad del pensamiento’, donde no hay ‘verdades defendibles’, ‘afirmaciones sostenidas’, ‘convicciones inexpugnables’, ‘aguerridos creyentes’, sino que todo se ha vuelto ‘light’, ‘suave’, ‘cremoso’, ‘hidratante’, ‘blando’, ‘tonificante’, ‘espumoso’, ‘liviano’, ‘transpirable’, ‘mutable’, ‘mórbido’ para no ofender, para no zaherir, para no imponer, para no traumatizar… no se entienden las palabras de Jesús: ‘el que quiera ser el primero, que sea el servidor de todos’.
Santiago
pasó de ser un ‘aspirante a ministerio’, un ‘oficial de cuello duro y billetera
repleta’, un ‘conseguidor de prebendas’ y un ‘diplomático con espaldas anchas y
tragaderas a prueba de bombas’, a ser un apóstol de caminos desconocidos, un
trotamundos con mensaje, un ilusionador de personas (que no ilusionista). Yo no
me imagino a un Santiago blando, equívoco, contemporizador, buenista, temeroso
y timorato; vendido y vendible al mejor postor.
La
tradición de Santiago lo coloca en España, en la ciudad que lleva su nombre y
en Zaragoza. A mí me gusta recordar que esta tradición nos lleva a la
evangelización de esta ‘piel de toro’ que los griegos conocían como Iberia y Hesperia
y los romanos como Hispania.
En
el evangelio de la fiesta de Santiago dice Jesús: ‘no sea así entre vosotros’.
O sea, no seáis blandos con los fuertes y tiranos con los débiles; no seáis
corruptos de guante blanco y dentadura brillante; no seáis repartidores de una
tierra que no os pertenece; no seáis aguafiestas del sentido de la vida; no
seáis corruptores de gente buena que quiere ser buena; no seáis antipersonas ni
anti Dios.
Los
que queremos vivir como cristianos en esta Iglesia nuestra, la que tenemos, en
la que caminamos, la que amamos, escuchamos las palabras de Jesús a Santiago y
las ponemos en práctica. Él dijo ‘no seáis como los que aplastan la vida’ y
nosotros decimos, ‘no; no queremos ser así’; y hacemos nuestra lista de sueños
e ilusiones. Siguiendo los pasos de los apóstoles galileos que se extendieron
sin miedo por los caminos secos del Mediterráneo, decimos: ‘Santiago, apóstol,
ayúdanos a vivir de nuevo las palabras del Maestro’.
Pedro Ignacio Fraile Yécora
Solemnidad de Santiago Apóstol.
Patrono de España. 25 de Julio de 2013
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