07 mayo, 2014

DIOS PASA POR CASA, SE DETIENE Y NOS LLAMA, POR SI ESTAMOS



¿Qué os sugiere esta foto? Una tienda beduina, en el desierto, en un lugar fresco y bonito, aun en medio del desierto, para quedarte allí más de un día. 




Yo recuerdo el texto que nos habla de Abrahán cuando recibe a unos peregrinos en su casa. 

Luego, entre la narración hermosa y sugerente, la imaginación del perspicaz lector y la teología bíblica, se desentraña la escena: Acogida, hospitalidad, las promesas que vienen, sobrevuelan, se paran, y siguen su camino. 

Abrahán tomando el fresco de la tarde a la entrada de la tienda soñando con un heredero que no llega. Sara que mira con pena la tristeza de su esposo... Y Dios. 

En la Biblia no hay escena sin que sobrevuele, se pare, se detenga, y diga su palabra y su promesa de vida, el mismo Dios. Desierto de Wadi Rum, por la tarde. 

La belleza lila de la jacaranda y el verdor de la palmera se dibujan en la pantalla marrón de las rocas. Al fondo, como telón, un azul intenso y limpio. 

Abrahán vuelve a hacerse presente en la historia de cada persona que se fía de Dios.