Deseo para este año,
y para todos los años.
Que dejemos de jugar con las personas,
y entendamos de una vez que son «sagradas».
Que olvidemos y aparquemos las armas,
¡y no permitamos ni aun las de juguete!
¿Tendrá razón el filósofo que decía
que «el hombre es un lobo para el hombre»?
Que aprendamos ¡y defendamos!
las cosas que importan de verdad:
el alimento para todos, el libro para todos;
la cama para todos; el agua para todos.
El beso para todos, la sonrisa para todos.
¡Bueno! La denuncia para los corruptos,
¡que devuelvan lo que han robado!
Que no nos dé vergüenza rezar,
ni decir «Padre nuestro»,
ni susurrar «Dios te salve María»
mirando a los ojos de la Virgen.
Que no nos soñemos sin Dios,
ni nosotros ni nuestro mundo,
ni nuestras personas conocidas,
ni los niños de la guerra,
ni los que se despiertan y dicen
¿podemos hacer un mundo mejor?
Sí, soñamos con los ojos bien abiertos,
bien despiertos,
«un mundo mejor desde el corazón de Dios».
Pedro Fraile
2 de Enero de 2015
http://pedrofraile.blogspot.com.es/