08 junio, 2015

TRES MICROHISTORIAS-MACROHISTORIAS HUMANAS Y DIVINAS.


            Tres personajes con nombre de apóstol, para despistar a curiosos: Tomás, Felipe y Bartolomé. Las historias son reales:
            Es una tarde oscura y fría de diciembre. De esas de las que no apetece salir de casa. En la cárcel le dice un funcionario a un preso: «Tomás, tienes visita». Tomás sale y ve que le espera un anciano, con boina y bufanda. Se abrazan, y el anciano le dice: «Tomás, ¿quién te ha hecho esto?
            Me encuentro de casualidad a Felipe por la calle. Fue alumno mío hace más de veinte años. Un encuentro fortuito y de alegría por ambas partes. ¿Cómo te va la vida? ‘Desde que dejé el colegio no he levantado cabeza’, me dice.
Bartolomé es un hombre muy generoso. Echa más horas en los demás que casi en su familia. Vive en continuo movimiento, siempre viendo qué hay que hacer. Y se lleva muchos disgustos; algunos muy gordos, pero sigue adelante.
            Son tres historias reales, de este mes de junio de 2015. Son humanas. Y son divinas. Tomás, al hablar con él de su experiencia dice: «He experimentado la sabiduría de la cruz». Felipe me dice: «sigo teniendo esperanza». En un momento de amistad entre gente buena, uno de la cuadrilla se levanta y dice: «Bartolomé no es nada… si no es por el cariño y la paciencia de Rosa, su mujer».
            La historia de Dios es la historia de las personas. Que sepamos leer nuestras «microhistorias» con los ojos de Dios, que las hace «macrohistorias», porque somos muy importantes para él.

8 de Junio de 2015
Pedro Ignacio Fraile