05 febrero, 2014

HÁBLAME DE DIOS

Preparando un trabajo sobre la Trinidad, y buscando en el 'fondo de armario' de apuntes, poemas, y textos de todo tipo, me he encontrado con esta maravilla que escuché hace unos años. No sé quién es el autor, pero no creo que le importe que lo comparta con vosotros. La he titulado 'háblame de Dios'  porque es el estribillo que se repite en cada verso.
HÁBLAME DE DIOS

Dije al almendro: háblame de Dios
y el almendro floreció,
Dije al pobre: háblame de Dios,
y el pobre me ofreció su capa.
Dije al sueño: háblame de Dios
y el sueño se hizo realidad.
Dije a un campesino: háblame de Dios
y el campesino me enseñó a labrar.
Dije a la naturaleza: háblame de Dios
y la naturaleza se cubrió de hermosura
Dije a un amigo: háblame de Dios
y el amigo me enseñó a amar.
Dije a un pequeño: háblame de Dios
y el pequeño sonrió.
Dije a un ruiseñor: háblame de Dios
y el ruiseñor se puso a cantar.
Dije a la fuente: háblame de Dios
y el agua brotó.
Dije a mi madre: háblame de Dios
y mi madre me dio un beso en la frente.
Dije a la gente: habladme de Dios
y la gente se amaba.
Dije a la voz: háblame de Dios
y la voz no encontró palabras.
Dije al dolor: háblame de Dios
y el dolor se transformó en agradecimiento.
Dije a la Biblia: háblame de Dios
y la Biblia no paró de hablar
Dije a Jesús: háblame de Dios
y Jesús rezó el Padrenuestro.
Dije temeroso al sol poniente: háblame de Dios
y el sol se ocultó sin decirme nada.
Pero al día siguiente al amanecer,
cuando abría la ventana, ya me volvió a sonreír.

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